La Caldés lo llama " El Puro". No por su similitud con un beach club sinó porque en la puerta siempre hay parroquianos fumándose un siete. Barricas con embudo de plástico, recuerdo de los
tiempos en que los payeses se fundían la pasta ganada en el mercado en alcohol, putas del Banc de S'Oli y naipes...
Hoy se paran los domingos en el Mangos de Campos, haciendo creer a la parienta que se han ido a ver el Mallorca. De vuelta a casa escuchan Carrusel.
Es un gran lugar , muy recomendable