El Bar Tony (antiguo Bar Tendido 8) es la catedral del desayuno. Recoge todas las virtudes que debe tener un café: tradición, buen producto ( el bocata de blanquet, el de atún con táperes!), mobiliario...
Una vez me contó la Socías que un amigo suyo se mudó al barrio de Santa Eulalia. Durante muchos meses no se atrevió a entrar en el Tony ya que tenía la sensación de que era un club privado. Quizás es lo mejor que se puede decir de un Café. Cuando el trajín de los camareros, el ruido de las vasos de café chocando con las cucharillas y las miradas de los parroquianos de la barra , (esperando a que quede una mesa libre), se convierten en algo que al profano puede parecer orquestado , entonces es que ese Café se acerca a la perfección.
Si. La sinfonía del Bar Tony.