Además de ser un café estupendo se come de maravilla. Puedes encargar paellas, sopes, unos caracoles de escándalo o lo que sea. Quizás sea el mejor lugar de Palma para comer algo de gastronomía
local. No tiene teléfono, no lo busquen en las páginas amarillas.
De postre te ponen un plato de cacahuetes con cáscara o un plato de nísperos, como en casa de los abuelos. Y a correr.