El Goa ya no es el Goa desde que cerraron el Progreso, valga la paradoja. Aún así sigue siendo un bar fantástico, con abuelos jugando a las cartas, visera y café en vaso de cristal.
En la tele suelen dar una de vaqueros por la tarde. Siempre hay alguien que comenta la peli sin ganas : " Moooort" o "a ese le han quitado del tabaco", tras escucharse cuatro detonaciones de
Winchester.