El Bar Encuentro lo lleva una señora mayor china, habla muy bien el castellano y pone siempre una tapa de francfurts con una salsa picante que acaba con tu estómago en pocos segundos ( en
cualquier caso, se agradece). Tiene visera, se hizo reforma pero es agradable. En un estante exhiben una colección de cajetillas de tabaco antiguas. Se ve que los Celtas eran regaliz al lado de
Los Ideales que se fumaba mi tío Miguel.